jueves, agosto 02, 2007

El Guión de una novela


Ódiame un poco y vuelve a mi

Si escondes tu tesoro es cerrar y abrir

Pero tengo los días contados y tu también

Háblame de lo que has visto solo

Y luego escúchame, luego escúchame



Este es un extracto de una canción de Los Tres que se llama “Cerrar y abrir”…
Durante estos días la he estado escuchando, y esa frase es la que más me gusta cantar …
Y mientras escuchaba tantas veces esa canción, pensaba en el amor, en la coincidencia de estar en un tiempo no tan extenso en la vida de alguien… de entrar y salir tan fácil como en un cerrar y abrir de puertas y ventanas…. Pero esta vez… no como la protagonista de la historia… sino… como aquel personaje que llena el espacio y tiempo de alguien, mientras este, espera al o la protagonista de su verdadera historia de amor… de esa historia de amor que te persigue durante tu vida entera… que puede ser recordada como una linda experiencia… como cabos sin desenredar… o como un conflicto sin termino… todo va a depende de cómo se viva esta historia, de sus personajes y de las circunstancias que rodean esta fuerza.


… Pero tengo los días contados y tú también…


De darse un espacio para vivir tu medio tiempo con otra persona… ahí, improvisando y rellenando tiempo… para prepararte… para sanar… para vivir… siempre con la certeza de que él sigue siendo un extra en tu vida… o que sigues siendo un extra en su vida…
Y no puedo dejar de pensar… eso de sentirse un relleno… casi la persona disfrazada de árbol en el estreno de una obra estelar… eso de amar y de no ser la protagonista principal que busca tu príncipe azul… De amar en vano… algo desgastante?? … pero no hay personajes pequeños sino actores pequeños… dicen por ahí!... y las escenas están contadas para este árbol

Cuando recuerdo los muchos cuentos leídos, novelas contadas, teleseries vistas, todas donde el amor puede más… eso donde a pesar de las circunstancias, del tiempo, de los engaños y trampas de aquellos que quieren ver morir tal amor… este amor sobrevive… y es ahí donde nos identificamos con los protagonistas, si a pesar de todo… siempre queremos y esperamos ser el centro de la persona que amamos…


Háblame de lo que has visto solo

Y luego escúchame, luego escúchame.


De encontrarte nuevamente, sentarte, conversar y contar que has hecho en tu medio tiempo, como te has preparado para llegar ahí… te escucho!... te miro! y sé!... que tus historias no son más interesantes que aquellas que hemos vivido juntos, que viviremos juntos… ahora, es mi turno de hablar, y me miras, me escuchas y noto en el brillo de tus ojos de que te das cuenta que sigues en el papel principal…

… y entre tanto sueño… la vida no es siempre igual a una teleserie o una novela de Marcela Serrado o de tantos autores que hablan de amores eternos, complicados o esporádicos… y me pregunto si alguna vez seré protagonista de mi propia historia de amor, de mirar hacia delante… con la certeza, más allá de una esperanza… de que tu tan amado compañero de aventuras se encontrara a lo largo de tu vida coprotagonizando una linda historia de amor… al estilo mexicano, sin tantos malos que terminan en el psiquiátrico, ni tantos ciegos que vuelven a ver, o sin tantos pobres que por suerte o fortuna se ganan la lotería… simplemente como la promesa de aquello que todavía no nos sucede.

Me hubiese gustado acompañarte en tu novela…. Y no ser la persona que acumula horas…

Me hubiese gustado acompañarte en tu novela… Y que no seas aquella persona que acumula horas…



Ódiame un poco y vuelve a mí…



Dedicado para aquella persona donde la certeza no favorece mi esperanza de vivir una linda historia de amor… a tu lado…